Introducción

Creo que se puede afirmar con seguridad que el mensaje predominante de nuestros medios de comunicación en los dos últimos años ha sido, y sigue siendo, el del miedo. Todos los días se nos recuerda la amenaza de un enemigo invisible que se extiende rápidamente, siempre se adapta y se cobra vidas. Este mensaje constante crea un estado de ansiedad y miedo. A muchos les desanima. Algunos se inmovilizan.

Muchos de nosotros sentimos que tenemos la cabeza en la nieve y nos preguntamos cómo levantarnos y ponernos en marcha. ¿Cómo nos ponemos de pie y avanzamos? Para guiar nuestras reflexiones, veamos dos ejemplos bíblicos: uno del Antiguo Testamento y otro del Nuevo Testamento. No defenderé una determinada respuesta política o médica a la pandemia, pero nos animaré a vivir en una dirección.

Preguntas para la reflexión:

• ¿Cómo ha cambiado su vida de oración individual su forma de enfrentarse a la pandemia?
• ¿De qué manera los momentos de oración con su familia espiritual (por ejemplo, momentos de oración en grupos de vida, cumbres de oración, grupos de oración, etc.) han cambiado su forma de enfrentarse a la pandemia?
• ¿En qué áreas es fuerte tu vida de oración individual? ¿Qué podrías hacer para fortalecer tu vida de oración?
• ¿En qué áreas es fuerte la vida de oración de la familia de tu iglesia? ¿Qué se podría hacer para fortalecer nuestra vida de oración corporativa?