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servicio

26 de febrero de 2022

Afrontar juntos las tormentas

Introducción

Escucha esta oración, encontrada en una tablilla de Oriente Medio del siglo VII.a a.C.

¡Que se apacigüe la ira del corazón de mi dios!

¡Que se apacigüe el dios que me es desconocido! ...

El pecado que he cometido no lo sé.

La fechoría que he cometido no la conozco...

Oh Señor, mis pecados son muchos, ¡grandes son mis pecados!

Dios mío, mis pecados son muchos, ¡grandes son mis pecados! ...

El Señor, en la ira de su corazón, me ha mirado.

El dios, en la ira de su corazón, me ha visitado...

Busqué ayuda, pero nadie me cogió la mano.

Lloré, pero nadie vino a mi lado.

Esta oración es desesperadamente triste. La persona pide perdón a todos los dioses del mundo, pero se encuentra completamente abandonada. Se enfrenta solo a las tormentas de culpa de su corazón. Ahora, escucha el pasaje de hoy. Vs. 19 Por tanto, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar en los lugares santos por la sangre de Jesús. Inmediatamente preguntamos, ¿por qué tanta confianza para entrar en los lugares santos? ¿Qué son los "lugares santos"?