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25 de febrero de 2018
Sexualidad humana - Gálatas
Los Juegos Olímpicos de Invierno son un gran espectáculo en el que los practicantes de snowboard descienden montañas y los patinadores de velocidad corren por superficies de hielo resbaladizas. Terminar bien la carrera requiere una clara concentración en el premio, disciplina personal y un excelente entrenamiento y responsabilidad en el camino. Si permites que otro atleta te corte el paso durante la carrera, tu carrera hacia la victoria olímpica podría terminar en cuestión de milisegundos.
El apóstol Pablo se refiere a menudo a la vida cristiana como una carrera. No quiere correr en vano. Quiere evitar los tropiezos y terminar bien. Corre por el premio final de conocer a Jesús y ser transformado a su semejanza. Como seguidores de Jesús, estamos llamados a correr la misma carrera. ¿Qué es lo que nos hace tropezar y, a veces, incluso nos atenaza?