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30 de abril de 2022
¿Alguna vez le ha costado transmitir su mensaje? Quizá sea usted padre y se encuentre repitiendo el mismo mensaje una y otra vez a sus hijos. Quizá supervisa a otros empleados y se encuentra repitiendo las mismas instrucciones. A lo mejor es usted profesor de escuela y enseña pacientemente la misma lección una y otra vez.
El pasaje de hoy casi parece una repetición de Romanos 6:1-14. Es evidente que Pablo quiere que sus primeros lectores y nosotros entendamos lo que quiere decir. Es evidente que Pablo quiere que sus primeros lectores y nosotros entendamos lo que quiere decir. Dicho esto, Pablo viene con un nuevo enfoque. En los versículos 1-14, Pablo se centra en aquello de lo que hemos sido liberados: el poder del pecado. En los versículos 15-23, se centra en aquello para lo que hemos sido liberados: ¡para dedicarnos a Dios y experimentar la vida!
Los seguidores de Cristo han sido transferidos de una forma de vida a otra. Ahora somos uno con Jesús. El problema es que a menudo nos encontramos en una batalla. El pecado desea seducirnos, enredarnos y alejarnos de la vida. Entonces, ¿cómo nos mantenemos en el camino de la vida?
Preguntas para la reflexión: