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11 de septiembre de 2022
Fiesta del Otoño 2022
Este verano, en un festival de arte, escuché a una artista recitar poesía y cantar. Su poesía y sus letras hablaban de la sed de agua y del anhelo de vivir. Ella anhelaba el amor, la pertenencia, la familia y el significado. Me dolía el corazón por ella. El pozo de su alma goteaba por todas partes.
Todo el mundo tiene sed, todos los días, en todas partes. Es nuestra condición humana. La palabra "sed" significa anhelar algo, sin lo cual no se puede vivir. No podemos vivir sin agua. En lo más profundo de nuestro ser, tenemos este anhelo de vida. Y para vivir, necesitamos agua.
Este verano, en el Lower Mainland, el mes de agosto ha sido el más caluroso registrado. También ha sido uno de los más secos de la historia. Este verano escuchamos historias de ríos que se secan en China, hambrunas en Somalia y sequías en México. Debemos tener agua.
Puedes vivir cuarenta días sin comida, pero sólo tres sin agua. El agua es esencial. La deshidratación, y no el hambre, es lo que más mata a los vagabundos en el desierto, y la sed es el más terrible de los sufrimientos humanos. La sed excesiva te llevará a beber cualquier cosa. Y el mundo está lleno de cosas que no satisfacen.
Aspiramos a cosas, planeamos cosas y nos apoderamos de cosas que creemos que nos darán vida. ¿Quién o qué puede satisfacer nuestra sed? (¿Trabajo? ¿Familia? ¿Adquisiciones? ¿Aventuras? ¿Entretenimiento? ¿Juego?) Debemos encontrar la fuente de la vida. Pero, ¿dónde está?
Preguntas de reflexión: