Introducción

El amor de Dios es poderoso. Como dijo el Pr. Rob dijo el fin de semana pasado, mucho más poderoso y duradero que la taza de café más fuerte. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones a través del Espíritu Santo. Podemos saber que Dios nos ama porque lo experimentamos, internamente.

Pero, se podría argumentar que esto es muy subjetivo. ¿Hay alguna base objetiva para nuestra esperanza? ¿Podemos saber con certeza que Dios nos ama, incluso cuando nuestros sentimientos o el drama de las circunstancias de nuestra vida nos lleven a cuestionar ese amor?  

Reflexión:

• Agustín de Hipona (4^el obispo del norte de África del siglo IV): "Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".
• ¿Dónde, aparte de Dios, tienes la tentación de encontrar descanso? ¿Se ha convertido esa cosa o persona en un ídolo para ti? ¿Qué necesitas cambiar en tu vida?