servicio

2 de octubre de 2022

El tesoro de la misericordia de Dios

Introducción

Imagina que tienes dos amigos. Acudes a tus dos amigos porque tienes una necesidad real.

El primer amigo te escucha, siente lo que sientes, puede que incluso llore contigo, y te ayuda a dar algunos pasos para seguir adelante. Este amigo no intenta arreglarte, pero comparte su sabiduría. Este amigo sólo intenta acompañarte y ayudarte.

El segundo amigo te escucha atentamente, analiza tus problemas y luego te dice: "Aquí tienes tres cosas que tienes que hacer para que la vida funcione". Este amigo muestra poca empatía y luego dice: "Vuelve en una semana y veamos lo que has conseguido". Desde la perspectiva de este amigo, sólo tienes que tomar las riendas de tu vida, hacer cambios y mejorar.

¿Tu Padre celestial se parece más al primer amigo o al segundo? ¿Le importan tus necesidades reales? ¿Le importa si estás emocionalmente destrozado? ¿Le importa si te cuesta seguir adelante? ¿Le importa si estás estresado?  

¿O tu Padre celestial está más interesado en que arregles tu vida y la hagas bien de ahora en adelante? ¿Dios sólo quiere que encajes en su sistema de lo que está bien y lo que está mal? ¿Cómo es Dios?

  1. Dios es misericordioso con los hambrientos
  2. Dios es misericordioso con los que necesitan curación
  3. Saciar nuestra hambre y curar nuestras enfermedades exige el acto supremo de misericordia