Introducción

Hoy voy a empezar por el final. ¿No odias cuando le preguntas a alguien sobre una película y se entusiasma tanto con la historia que te da el final de la misma antes de que tengas la oportunidad de verla? ¿Para qué ver la película si ya conoces el final de la historia? Bueno, voy a empezar por el final, pero no te lo voy a dar realmente, hasta el final.

Al final del libro del Génesis, los hermanos de José le piden perdón. Su padre, Jacob, acaba de fallecer y temen que José, al que vendieron como esclavo, se vengue ahora. Esta es la respuesta de José. Génesis 50:20 "En cuanto a vosotros, quisisteis hacer el mal contra mí, pero Dios lo quiso para el bien, para que se mantuvieran vivos muchos pueblos, como hoy".

Esta es la última declaración de la soberanía de Dios sobre la esclavitud de José, el hambre en Canaán y el viaje de Jacob a Egipto. Los hermanos de José tenían la intención de hacerle daño, pero Dios lo hizo para bien. ¿Cómo se las arregló Dios para resolver esto?

Por supuesto, esto nos recuerda una de las grandes cuestiones de todo el libro del Génesis. En el Génesis 1, la creación de Dios es buena. Los hombres y las mujeres son creados a su imagen y semejanza. Son bendecidos con la alegría de la presencia de Dios y la abundancia del Jardín del Edén, pero en el capítulo 3 se alejan de Dios. Deciden seguir su propio camino y ser sus propios dioses. ¿Cómo vencerá Dios su pecado? Esa es la cuestión.