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servicio
25 de septiembre de 2021
El poder del Reino - Mateo
El deseo de salud es universal. Los enfermos de todo el mundo quieren estar bien, y en la mayoría de las culturas hay personas dedicadas a la práctica de la curación. En África, un curandero tradicional utiliza diferentes hierbas y puede consultar a los espíritus; un chamán ayuda con los trastornos mentales. En el mundo chino, los enfermos suelen elegir entre la medicina china, en la que el médico prepara un remedio a base de flores, raíces, insectos y caballitos de mar, y a veces clava múltiples agujas en una zona problemática del cuerpo; o la medicina occidental, en la que el curandero prescribe pastillas o corta partes del cuerpo problemáticas. Aquí, en Canadá, tenemos una sanidad universal, en la que la curación está tan solicitada que tenemos largas colas de espera y un sistema cada vez más difícil de pagar. Todo el mundo que está enfermo quiere mejorar, y parece que todos tenemos ideas diferentes sobre en quién confiar para nuestra curación.
El relato del Evangelio nos dice que Jesús es nuestro Sanador. Mateo 8:14-17 nos muestra tres aspectos de Jesús el Sanador.
Preguntas para la reflexión: