Introducción

La mayoría de nosotros no salimos de nuestra zona de confort a menos que quedarnos donde estamos nos resulte demasiado incómodo, frustrante o doloroso. La incomodidad que experimentamos puede ser física; puede ser emocional; puede ser filosófica o existencial. Queremos aferrarnos a nuestras mantas de seguridad con una mano y alcanzar a Jesús con la otra. El problema es que lo que nos aferramos nos impide tocar a Jesús. Tenemos que soltarlo.

El mensaje de hoy es una invitación a dejar que tu desesperación te motive a soltarte y encontrar una nueva vida.

Preguntas para la reflexión:

• ¿Hay algún "clavo" en tu vida que te cause dolor pero que te resistas a tratar?
• Qué es lo que te impide entregarle a Jesús los problemas que estás tratando de resolver.
• ¿Cuál va a ser tu próximo paso para experimentar la "nueva vida"?